MANIFIESTO 25 DE
NOVIEMBRE DE 2023
DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA DE
GÉNERO CONTRA LAS MUJERES.
La
ONU designó el 25 de noviembre del año 2000, Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia contra la Mujer, e invitó a gobiernos,
organizaciones internacionales y ONG a realizar actividades todos los años
sobre estas fechas para elevar la conciencia social. Sin embargo, a nivel
global, todavía hay 49 estados donde no existe legislación que proteja a las
mujeres de la violencia de género.
Según información de la Secretaría General de la ONU, cada
once minutos es asesinada una mujer o niña a manos de su pareja o algún miembro
de su familia, y sabemos que otras crisis, desde la pandemia hasta las
perturbaciones económicas, no hacen más que aumentar las agresiones físicas y
verbales.
Las mujeres y las niñas también son objeto de violencia en
internet, de discurso de odio misógino, el acoso sexual, la pornografía de
venganza y la coerción sexual por depredadores.
En nuestro país, todavía no ha finalizado el año y ya hemos
igualado (superado) la cifra de mujeres asesinadas por violencia de género
respecto al anterior. Alerta la Fiscalía General del Estado del ascenso de
número de víctimas, 50 mujeres en 2022, de los que 12 asesinatos ocurrieron el
mes de diciembre, como presagio de un fatídico año 2023 para las mujeres de
nuestro país con 52 asesinatos y 51 huérfano y huérfanas.
Andalucía es la comunidad autónoma con más asesinatos, 17
mujeres, destacando como muy preocupante las incidencias de estos crímenes y la
violencia de género en nuestros municipios.
La perduración de determinadas tradiciones en la sociedad
rural propicia un mayor grado de normalización y dificultad en el
reconocimiento de las conductas machistas, lo que limitan las denuncias. A ello
hay que sumar otros factores como aislamiento y dispersión de los recursos, la
ausencia de anonimato, el miedo al estigma a ser señaladas y culpabilizadas.
Todo nos lleva a considerar que en las zonas rurales, las mujeres víctimas de
la violencia de género, tienen mayores dificultades para salir de la violencia
y recuperar su vida.
También se alerta como factor de vulnerabilidad las causa
que contribuyen a la sobreexposición de las mujeres extranjeras a la violencia
de género, tales como la carencia de redes sociales como apoyo, las barreras
idiomáticas, el desconocimiento de sus derechos y la dependencia de su agresor.
Es preocupante la tendencia de la violencia de género a
aparecer en edades más tempranas, tanto en víctimas menores de 18 años como en
agresiones, según el INE (Instituto Nacional de Estadísticas). A este dato se
une el que cada vez son más jóvenes que la niegan y no reconoce a los agresores
como tales, uno de cada cinco chicos entre 14 y 29 años.
Además, las agresiones cometidas por y sobre menores se han
incrementado en casi un 50% respecto al año anterior. Esta tónica ascendente
constante, con el riesgo del mal uso de herramientas digitales como las redes
sociales o la posible carencia de una adecuada formación afectivo sexual.
Desde hace 20 años – 2003- que se contabilizan los casos, se
puede afirmar que la violencia contra las mujeres arroja por desgracia datos
incontestables: 1236 mujeres víctimas mortales y más de dos millones de
denuncias.
Pese a décadas de políticas de igualdad de diferentes
administraciones públicas, activismo de movimientos feministas y organizaciones
por los derechos de las mujeres, así como de la creciente concienciación
social, la evidencia indica que el avance para poner fin a esta violencia es
insuficiente.
Han surgido movimientos antiderechos y discursos
negacionistas de la violencia de género, que refuerzan a maltratadores y
acentúan la vulnerabilidad de las víctimas, junto a otras tendencias que
abordan el problema de manera superficial con respuestas triviales a graves
injusticias, vaciando de contenido las palabras de las mujeres y adormeciendo a
la sociedad ante el dolor de las víctimas.
Sin embargo, los asesinatos y otras formas de violencia
contra las mujeres y las niñas, son evitables.
Junto
con la respuesta institucional y los organismos de las mujeres, ahora más que
nunca, se necesita el apoyo de las personas que forman parte del entorno
cercano de las víctimas, que suelen conocer si una mujer sufre violencia de
género. Su intervención es esencial para que pueda salir de ella. Amistades,
vecindario, familiares cercanos, compañeros y compañeras de trabajo y estudios,
demasiadas veces observan en silencio estas agresiones.
La
Diputaciones de Andalucía consideramos que la violencia de género es una grave
violación de los derechos humanos, y, que el irrenunciable desarrollo de
actuaciones para la efectividad del principio de igualdad en nuestro
territorio, es fundamental para su eliminación. Un año más, en conmemoración
del DÍA INTERNACIONAL PARA LA ILIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES,
nos comprometemos a:
1.
Incrementar los esfuerzos en el ámbito rural,
proporcionando recursos de prevención, acompañamiento y protección a las
víctimas en los municipios.
2.
Contribuir a la prevención de la violencia de
género en edades tempranas, así como mejorar la detección y atención a las
nuevas formas y manifestaciones de la violencia (como la ciberviolencia,
violencia sexual grupal, etcétera).
3.
Desarrollar medidas de prevención y atención
desde la perspectiva de la interseccionalidad, atendiendo a las características
de la población de nuestros municipios.
4.
Sensibilizar y hacer un llamamiento a toda la
sociedad, especialmente a los hombres y a os jóvenes, para que muestren su
máximo compromiso y colaboración en la lucha contra la desigualdad de género y
la violencia que causa.
5.
Apoyar a las asociaciones de mujeres y grupos de
ciudadanos y ciudadanas implicados en los retos feministas.
6.
Profundizar y reforzar la colaboración pública
privada contra las violencias machistas hacia las mujeres y las niñas,
implicando a las personas cercanas que las conocen:
“HABLA, ACTÚA, DENUCIA POR ELLAS”.
Diputaciones
de Andalucía.
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